03-abr-2025
Para Lorena Rivas
Me has hecho demasiado
feliz con tu velado sueño de una noche de lluvia de marzo…
¡Soñaste conmigo! ¡Fui
el menos afortunado habitante en tu cráneo y el más insensato!
¿Nos miramos en ese
sueño?
Sentado junto a ti en
una despejada vereda, contemplé tus ruborizadas mejillas.
¿Nos sonreímos en ese
sueño?
Sí recuerdas, y no
quieres responder por timidez u olvido…
Debo suponer, pícara,
que nos besamos y abrasamos tiernamente: nos provocó tanta
delicia como beber un café
caliente con tus labios míos…
De la caja musical saltó
tu risa y tu semblante alcanzó la nota más alta de alegría.
Mi sauce enorme asimiló
tus aguas tranquilas; de lejos, nos arrulló el canto de Holiday…
Y en mi sueño, estabas
hermosa a tus veintiún años; caminamos descalzos, agarrados
de las manos, como una
pareja feliz al final de una película de Chaplin.
¡Qué dicha tenerte a
mi lado! ¡Con cuánto ardor y sudor se esponjaron nuestros dedos!
Dubitativa e
inspirada, dilataste mis poros con besos imprevisibles y con ruidosa
fruición me erizaste
como a un gato… tu forma delicada de despellejarme lujuriosamente…
(tu ronroneo aún se
impone trémulo en mis oídos)
Rebanabas, con ceño
fruncido y lengua golosa, mi atribulada corteza en delgadísimas capas.
Las tanteaste,
pausadamente, en volátiles arrobamientos, con uñas afiladas de gata…
Pero cuando entramos al cine, perdí tu rastro… busqué en las carreteras, caminé sobre el
fango de un cementerio brumoso, llegué a una intersección bloqueada y me convencí de que
nunca serías mía, amiga.
Apareciste de entre la
multitud anónima, pero no me reconociste: tus ojos fueron dos arañas
negras que helaron mis
anteriores propósitos, mientras un cuervo graznaba…
Todo triunfo tiene su
derrota: por eso sonrío con impotencia ante la contraída imagen de
tu cuerpo dando un portazo
a mis anhelos…
Mejor sería estar desarraigados,
desapegados, imperturbables, ausentes, sin escaparates.
De la mente tenebrosa sacaremos
una fuente de luz prodigiosa que brille en lo auténtico.
Duelo es dolor desde
el vientre de una ventosa que se pega a las tripas del solitario que
decidió dejar ir a su
amor…
¡Aquí, 1 y 1 suman 1,
porque el otro no siente lo mismo ni completa la mitad!
Frustración animal,
densa, enredada con una melancolía tan abrumadora como un aluvión.
Me haces sentir:
- Pescado marginado
- Tercer plato del
menú
- Opción insatisfactoria
- Un "mejor no lo
hubiéramos hecho"
cuando llamas error a
nuestro encuentro apasionado en ese lugar remoto de placer…
Si el recibirte fue un
pellizco en la mejilla, la despedida será el no retorno de ninguna arista
"TE SOÑÉ Y ME SOÑASTE" es un poema conmovedor y poderoso que destaca por su honestidad brutal, su intensidad emocional, su rica imaginería y su exploración de las complejidades del amor y el desamor en el mundo onírico y real
No solo es un relato de un encuentro soñado, sino el reflejo de una compleja experiencia amorosa en la que lo deseado y lo perdido coexisten, dejando al lector con una sensación agridulce de haber participado, aunque sea en el reino de los sueños, de una historia de amor intensa y efímera.
Es un poema que fusiona lo romántico y lo grotesco para explorar la fractura entre el deseo y la realidad.
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