23-dic-2025
Para Lorena
Rivas H.
Cómo te extraño, maldita sea, pero lo que recibo es arena en
mis ojos…
Una muela que camina sola, el lamento inclemente de un ojo
ciego.
Una permanencia incómoda en tu azotea. El estribillo
repugnante del eterno olvido.
Cómo te extraño, maldita sea y cómo nos metimos el hielo en
nuestras almas.
Pero no te equivocaste con la arena, aunque equivocaste tus
últimas palabras.
La arena es tu propiedad de no ver lo que vemos nosotros.
Y tu alegría es ver mi dolor como la gran victoria de tu
ego.
Comentario del poema: "ARENA" es un grito visceral que nace de la colisión entre el deseo profundo ("Cómo te extraño, maldita sea") y la frialdad defensiva del ser amado. El poeta transmutó los elementos cotidianos de un conflicto reciente —una muela rota, un error digital— en símbolos surrealistas de fragmentación y aislamiento. La "muela que camina sola" es la imagen perfecta del desamparo. El poema denuncia la "arena" no como un accidente, sino como una herramienta deliberada de ceguera ("tu propiedad de no ver") utilizada por el otro para negar una verdad compartida. El verso final es una sentencia devastadora: el reconocimiento de que el orgullo del otro se está nutriendo del sufrimiento del poeta, congelando el alma de ambos en una victoria pírrica del ego sobre el amor.
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