19-mar-25
Para Lorena R.
Tu sexo, rosa
desquiciada, de arrugado relieve sinusoidal
se abre atenta al acecho
de mis dedos indagadores
su densa savia se bifurca
en agua y aceite
entre laderas de bellos
precipicios carnales…
Tu boca, órgano
redentor de mis muchas heridas
puntosa cabellera de
suaves escobillas escarbando mi piel
la potra sucumbió al
monte henchido de pasto
vi su enardecida frente
con brillante crin…
Sin que mi cuerpo
destaque de entre los que gozaste
mucho menos que
recuerdes el clímax alcanzado
estoy seguro que nadie
te dedicó ni dedicará
los poemas de amor y
de asombro que me provocaste…
Este poema evoca con lirismo íntimo el instante posterior al amor, cuando los cuerpos descansan y el alma aún tiembla.
El poeta retrata ese momento suspendido entre la pasión y la reflexión, entre la cercanía ardiente y la melancolía de lo efímero.
Con un lenguaje sensual y profundo, Yanderlok Harry Beltrán Pineda transforma lo carnal en un gesto poético cargado de ternura, silencio y contemplación.
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