Poema "HOY HE VENIDO"

 


Hoy he venido a revolcarme

con la sangre negra del tiempo maldito…


Con los roídos huesos de libros olvidados

eructaré un sarcófago hecho de cañas,

amedrentaré los rincones aplastados de vítores

de hoscos ojos y espaldas estigmatizadas.


Hoy he venido a defecar dolores intrínsecos,

a ladrar como un perro ciego lleno de pulgas cancerígenas,

a toser a través de heridas caldeadas,

y a ver tu bello rostro de fémina abandonada,

que, rajada por un cuchillo, escondes de tu vergüenza.




Este poema es una obra cargada de angustia existencial y una poderosa expresión de dolor, rabia y sufrimiento. A través de imágenes viscerales y oscuras, el hablante se sumerge en un estado de descomposición emocional y físico, en el que la violencia y la decadencia impregnan cada verso.

1. "Hoy he venido a revolcarme / con la sangre negra del tiempo maldito…"

El poema comienza con una imagen brutal: el hablante se entrega al sufrimiento, al tiempo maldito que ha impregnado su vida. La "sangre negra" simboliza un dolor profundo, antiguo y casi infeccioso, una herida que no sana. "Revolcarme" sugiere una rendición completa a ese dolor, un hundirse en él de manera voluntaria.

2. "Con los roídos huesos de libros olvidados / eructaré un sarcófago hecho de cañas…"

Aquí, el hablante evoca los restos de algo que alguna vez fue valioso, representado por los "libros olvidados", que ahora están reducidos a huesos roídos, es decir, a restos de lo que alguna vez fue conocimiento o experiencia. La idea de "eructar un sarcófago" refleja la muerte del intelecto, el final de algo esencial, y al estar hecho de cañas, sugiere una fragilidad, un vacío estructural en el que ya no hay consistencia ni firmeza.

3. "Amedrentaré los rincones aplastados de vítores / de hoscos ojos y espaldas estigmatizadas."

El hablante pretende infundir miedo o amenaza en los "rincones aplastados de vítores", que pueden simbolizar los ecos de viejos triunfos o alegrías que ahora están aplastados y olvidados. Los "hoscos ojos y espaldas estigmatizadas" representan a las personas endurecidas por el sufrimiento, marcadas por las cicatrices del pasado. Aquí, el hablante muestra su intención de confrontar tanto su propio dolor como el dolor del mundo que lo rodea.

4. "Hoy he venido a defecar dolores intrínsecos, / a ladrar como un perro ciego lleno de pulgas cancerígenas…"

Esta sección está cargada de imágenes grotescas y repulsivas. "Defecar dolores intrínsecos" significa sacar a la luz los sufrimientos más profundos, los que se llevan dentro de manera visceral, casi biológica. El "ladrar como un perro ciego lleno de pulgas cancerígenas" refuerza la imagen de abandono, sufrimiento físico y desesperación. El perro ciego, símbolo de vulnerabilidad, alude a una sensación de estar perdido en el mundo, infectado por el dolor.

5. "A toser a través de heridas caldeadas…"

La "tos" aquí representa el esfuerzo por expulsar o liberar el dolor, pero las "heridas caldeadas" sugieren que el dolor está en constante estado de inflamación, algo que no cicatriza ni se calma. El hablante está atrapado en una lucha perpetua por liberarse de un sufrimiento que lo consume.

6. "Y a ver tu bello rostro de fémina abandonada, / que, rajada por un cuchillo, escondes de tu vergüenza."

La figura femenina al final del poema introduce una dimensión trágica y personal. El "bello rostro de fémina abandonada" sugiere la imagen de una mujer que alguna vez fue amada o admirada, pero que ahora ha sido destruida emocional o físicamente. La "rajada por un cuchillo" es una imagen de violencia y sufrimiento extremo, mientras que "escondes de tu vergüenza" implica que ella, también marcada por el dolor, oculta su pena y su sufrimiento, quizás a causa del juicio o la vergüenza social.

Este poema es una poderosa metáfora de la descomposición tanto física como emocional. El hablante expresa su dolor más profundo a través de imágenes de destrucción, degradación y sufrimiento visceral. La figura femenina al final del poema podría simbolizar una pérdida personal o una representación de la belleza que ha sido arruinada por el dolor y la violencia. El tono es crudo y directo, con un lenguaje que no rehúye lo grotesco para reflejar la intensidad del sufrimiento vivido.

En resumen, el poema es un grito desesperado contra la deshumanización y el abandono, una exploración del dolor que se manifiesta tanto en el cuerpo como en el alma.


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