Poema "DILUIDA"

No quiero recorrer con pasos diminutos la inflamada galería donde colgué tus retratos

que pierden colores, desangran cabellos, secando sus orígenes…

 

¿Qué me impide ver ahora la sugestiva sonrisa que iba encontrando en cada estado que

publicaste?

¡Nada!

Pero no quiero agitar más los escombros…

 

y leo a Pizarnik y escucho a Ludwig bajo un claro de luna desgarrador

y te mastico despacio y quemo con dulzura tus extraordinarios ojos

hasta reventarme mis inauditos oídos y encerrarme temporalmente en el laberinto de necias

emociones.

 

No quiero mendigar a la luz sus rayos de oblicua transparencia que dio sentido a cada suspiro…

Ni rememorar el flujo apacible de aquella voz que susurraba en espirales alrededor de

una fogata nocturna...

 

Aquí el piano te diluye tristemente en el vano altar que ya no busca replicarse

cada nota intenta adosarme sentimientos que son pétalos agonizantes hace mucho

Y caen derrotados, exiguos, casi sin pena…

suplicantes… ante el alicaído adagio sostenuto…





El poema "DILUIDA" presenta un paisaje emocional melancólico, profundamente introspectivo, donde la voz lírica reflexiona sobre la imposibilidad de sostener la memoria de un amor pasado. 

Utilizando imágenes cargadas de simbolismo, explora la disolución de un vínculo en los espacios del recuerdo, el arte y la música.

  1. Título y temática central: El título, "DILUIDA", alude directamente a la desaparición progresiva de lo que antes fue nítido y significativo. Refleja la incapacidad de retener una conexión emocional, que ahora se descompone en fragmentos efímeros.

  2. Galería de recuerdos como espacio interno: La "galería inflamada" sugiere una mente cargada de recuerdos dolorosos, donde los retratos simbolizan las imágenes y momentos ligados a la persona amada. Los "pasos diminutos" denotan una vacilación, un deseo de evitar el dolor de revivir aquello que se está perdiendo.

  3. El arte como refugio y confrontación: Referencias a Alejandra Pizarnik y Ludwig van Beethoven (con Claro de Luna) apuntan a una conexión con lo trágico, lo sublime y lo existencial en el arte. La poesía y la música no solo actúan como refugio, sino también como herramientas para procesar el duelo, aunque intensifiquen el dolor.

  4. Imágenes sensoriales y físicas: Las acciones de "masticar despacio", "quemar" y "reventar" sugieren una confrontación visceral con el recuerdo, un intento desesperado de asimilar o destruir lo que queda de esa experiencia emocional.

  5. El piano y el adagio sostenuto: El piano, una alusión al Adagio sostenuto de la Sonata Claro de Luna, se convierte en un medio de resignación, mientras el yo lírico observa cómo los "pétalos agonizantes" (metáfora de los sentimientos) caen sin fuerza. Esto intensifica la idea de que el amor ha dejado de ser vital, convirtiéndose en algo casi ornamental, inútil.

El poema captura con maestría la lucha entre la memoria y el olvido. 

Su fuerza radica en la yuxtaposición de imágenes de belleza estética con un trasfondo emocional devastador. 

El recurso de integrar elementos artísticos universales (como Pizarnik y Beethoven) amplía su resonancia, conectando lo personal con lo universal. 

Su tono melancólico, pero no completamente derrotado, transmite una complejidad que es a la vez dolorosa y profundamente humana.

Un poema que, aunque sombrío, brilla por su autenticidad emocional.


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