Poema "NORTE"

No preguntéis a la noche lo que deja el grito arrancado de su volátil 

vientre.

No juntéis la explosión de una palabra seria con el desperdicio de dos labios

sellados.

Acoge, cauteloso, el brillo simultáneo de las estrellas que indican un norte a

seguir.

Llena, con renovadas sonrisas, tu alma esperpéntica, y que no sucumba ante los

destinos de cemento.



Este poema explora la tensión entre lo que se expresa y lo que se reprime, y cómo esa dinámica influye en la búsqueda de propósito y plenitud. La primera línea, “No preguntéis a la noche lo que deja el grito arrancado de su volátil vientre”, invita a dejar de buscar respuestas definitivas en el misterio de la noche o en el dolor silencioso de lo oculto. Aquí, el “grito arrancado” evoca una verdad intensa que se libera, pero que la noche, como símbolo de lo inefable y de los secretos, no puede o no quiere explicar.

La siguiente línea, “No juntéis la explosión de una palabra seria con el desperdicio de dos labios sellados,” refleja una advertencia sobre el desperdicio de la verdad en contextos de incomunicación. Las palabras importantes, significativas, se ven desperdiciadas si no encuentran oídos receptivos ni bocas dispuestas a hablar. Es un llamado a evitar que el significado de las palabras se diluya en el silencio o en la represión, especialmente en un mundo que a veces sofoca lo genuino.

Luego, “Acoge, cauteloso, el brillo simultáneo de las estrellas que indican un norte a seguir,” sugiere que, a pesar del misterio y las dificultades, hay una guía a seguir, una dirección simbolizada por las estrellas que ofrecen orientación en la oscuridad. La idea de ser “cauteloso” apunta a la importancia de caminar con atención, reconociendo tanto los límites como los signos que marcan el camino hacia un propósito más elevado o auténtico.

Finalmente, la instrucción de “llenar con renovadas sonrisas, tu alma famélica” plantea la necesidad de nutrir el espíritu con lo positivo y lo renovador. La imagen de “destinos de cemento” sugiere un mundo rígido, tal vez rutinario o insensible, del que el “alma esperpéntica” busca escapar o, al menos, resistir. 

El poema es un llamado a la búsqueda de autenticidad, a desafiar la indiferencia y la represión, y a encontrar consuelo en aquello que alimenta y libera el espíritu, aunque el entorno se sienta frío o inamovible.

Deja una impresión de resistencia silenciosa y anhelo de verdad. Parece inspirar a desafiar las limitaciones y encontrar luz en el camino, aunque se deba buscar entre la dureza de los “destinos de cemento.”


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